domingo, 10 de mayo de 2009

Ruta 2. Día 2. Pueblos Abandonados pre-Pirineo

Y amaneció. Tras haber dormido a intervalos de 30 minutos, y de notar durante la noche la presencia de ‘algo’ que daba vueltas alrededor de la tienda, nos despertamos con la intención de afrontar la segunda jornada. Visitamos Basarán y pusimos rumbo a Escartín, que en distancia lineal estaba a una hora.

Claro, distancia lineal. Porque realmente estaba a dos horas y media puesto que para alcanzarlo debimos bajar hasta un torrente(1000 m), cruzarlo (hubo dos formas como puede verse en las fotos, saltando por la zona estrecha y escalando para pasar por la parte menos profunda) y volver a subir. Como dato curioso citaré la pérdida de orientación que tuvimos, lo que nos hizo atravesar un camino realmente abandonado por cualquier mamífero, pero no por zarzas y derivados. Prueba de ello eran los enganchones en el polar de Julián, los arañazos en las piernas de Javi y en mis brazos. Pero llegamos, que al fin y al cabo es lo que cuenta.


Tras un descanso más que merecido, emprendimos la marcha por un camino empedrado que se alzaba ante nuestra vista y que no tenía fin. Además la pendiente no era nada despreciable (20%). Fue 'El momento malo del día'. Sólo quedó agachar la cabeza para no mirar al frente, y mover los pies confiando en que el resto del cuerpo los seguiría. Tras esa subida alcanzamos la cota más alta del día y de la expedición, 1785 m. Ahora ya toca bajar para acabar alcanzando nuestra meta, Otal (1450m).


Otal es un sitio curioso, ya que tiene una casa cuyos propietarios la dejaron abierta para que los excurionistas la utilizaran para pasar la noche o para reguardarse, siempre que éstos la cuidasen. Solo tiene dos pegas, las ratas que hay y que está habitada ahora por unos 'hippies' ,que aunque amablemente nos invitaron a pasar con ellos la noche, ya no es lo mismo. La familia no la dejó para que se viviera allí permanentemente, pero bueno, ellos sabrán.



Acampamos en frente de la casa en una explanada, y allí pasamos la tarde, comiendo frutos secos y paseando por el pueblo. Además hicimos la hoguera perfecta, sólo que no la encendimos. Como anécdota comentar que justo antes de irnos a dormir nos vimos rodeados de vacas que a pesar de ser inofensivas no paraban de mugir y de mover su cencerro mientras pastaban Cualquiera se iba a dormir! Tan pronto como se fueron, nos metimos en la tienda. Eran las 22h. A las 23h ya estábamos sopa. Mañana vuelta a Oliván.





NOTA: reseñar que teníamos entre nosotros al señor de las golosinas, y que cada vez que nos portábamos bien nos recompensaba con caramelos altos en azúcar, mmm...



5 comentarios:

  1. Las vacas se manifestaron pacificamente pero 20 bichos de 600kg no son inofensivos!

    ResponderEliminar
  2. He leido la crónica y se nota que tuviste al mejor maestro.Quiero recalcar que según me han dicho la excursión no fue para tanto y que hasta un mono vestido de botones hubiera subido a Basarán tranquilamente.Saludos desde Torrero
    PD:Mu rico.
    PD2:En realidad no me llamo bufacabras, he utilizado un pseudonimo para permanecer en el anonimato.

    ResponderEliminar
  3. A Basarán sí, paraa Otal a lo mejor tenía que haberse vestido de otra cosa.
    A bufacabras querría yo verlo allí jajaja

    ResponderEliminar
  4. Para Otal con una armadura lubricada con Betadine bastaba, jejeje

    ResponderEliminar
  5. Lo subí cuando tenía 10 años

    ResponderEliminar